Pesar a causado en la comuna de Villa Alegre deceso del vecino, destacado profesional, bombero insigne e Hijo Ilustre de la Comuna, don Alejandro Folli Fuentes.
El nombre de don Alejandro Folli Fuentes está ligado, con honores, a esta tierra villalegrina. Llegó muy joven a esta ciudad de naranjos, a desempeñar su profesión de Constructor Civil. Una de sus primeras obras fue participar en la edificación del actual inmueble municipal, para después seguir con numerosas obras particulares. De las construcciones públicas, destacamos el cuartel de bomberos, la subcomisaria y los edificios públicos junto a la plaza.
Pero, su gestión más trascendente, fue su decisivo impulso, junto a otros vecinos, de la formación de la Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos. Su experiencia era notable, por cuanto desde 1951 formó parte de la institución bomberil de San Javier, siendo Teniente Primero en 1954, cargo que sirvió por varios años.
En nuestra comuna aunó voluntades, salvó obstáculos, superó contratiempos y dio vida en 1963 a esta prestigiosa institución que ya supera el medio siglo de vida. Su afán y constancia lo hizo lograr un carro bomba, una motobomba de gran utilidad y así, con el apoyo de todos los bomberos de esos años, hizo de este organismo de bien el destacado servicio voluntario que es hoy.
Pero, además, en Villa Alegre encontró el amor en su esposa doña Ruby Lara, hija del ex Alcalde de Villa Alegre don Manuel Lara Ramírez, de donde nacieron sus hijas Patricia y Marieta y su hijo Ítalo, que le dieron nietos que eran su adoración.
Don Alejandro era un hombre alegre, incansable contador de anécdotas, gran conversador, siempre dispuesto a la broma o la palabra cordial y la sonrisa fácil, lo cual hablaba de la herencia italiana de sus antepasados. Una mesa donde él estuviese, era un florecer de risas, amenidad y cordialidad que él repartía generosamente.
Si figura maciza, siempre de paso firme, era característica en nuestras calles. Pero los años le fueron debilitando y su salud se resintió. Fue un hombre íntegro que amaba la vida con corazón generoso. Todos quienes compartieron su círculo, su conversación y su carácter, no lo olvidaran.
Villa Alegre, nuestro Templo Parroquial, guarda un capítulo de su generosidad: cuando en los temporales de los años 80, la torre estuvo a punto de car, él aportó su mano de obra desinteresadamente y en pocos días, salvó ese hermoso inmueble de una tragedia mayor. Lo hizo impulsado por sus profundos sentimientos cristianos.
Villa Alegre, el Municipio, le distinguió como Hijo Ilustre en el 2011. Fue un momento de justicia, de profunda satisfacción para la ciudadanía, que así reconocía sus servicios, su obra y su labor de cariño hacia esta tierra.
Hoy, rodeado de los honores bomberiles, con el ulular de las sirenas y la guardia de los bomberos villalegrinos, pasa a descansar en el mausoleo de la institución, que fue otra de sus grandes preocupaciones.
Villa Alegre le despide hoy con pesar. Alcalde y Concejo han decretado duelo comunal y nuestra bandera ondea a media asta. Son los máximos honores para este hijo destacado que hizo de Villa alegre su hogar, su vida y su devoción.
Que Dios le dé a don Alejandro el descanso que merece y su familia tenga la resignación por su partida a la eternidad.