Este fue un 18 bonito en Villa Alegre y lo mejor de todo es que no tuvimos que llorar a ningunos de los nuestro finado por un accidente. Partimos con el desfile de Fiestas Patrias, siempre colorido y orgullosos de lo nuestro, en donde los niños se lucieron con sus representaciones y también con su paso seguro frente a las autoridades al momento de desfilar.
Los muchachos del Liceo con su insistencia en derrocar al Director del establecimiento y su aportillado intento de reclamar frente a las autoridades y aunque de la barrera no pasaron y sus coscachos por ahí cayeron, pusieron lo suyo en el desfile, mientras tanto en el palco de honor… casi, casi, dos Concejales casi se agarran del moño en una gresca de aquellas, pero ahí no más quedó, por suerte en solo un “casi”. Pero de la trifulca…¡ a las empanadas! y aquí no pasó nada, total esto es 18 y no pasa más allá de anécdota sabrosa.
Luego vino la inauguración de las ramadas, que este año estuvieron bien buenas y sobre todo y tranquilas, como para repetirse el plato el próximo año, porque parece que se empieza a recuperar el encanto que por montón de tiempo tuvo este pueblo a la hora de celebrar en familia .
Que san Isidro anduvo con ganas de” jodernos la pita”, qué duda cabe, pero como somos villalegrinos y de los buenos, si hay que mojarse, ¡Nos mojamos, por dentro y por fuera!, porque asco al agua, no le hacemos, menos cuando estamos contentos, pero eso sí, con respeto, porque ese, no lo perdemos ni porque sea 18.
Y a propósito de “mojarse”, bien buena estuvo la idea de hacer la Fiesta del Vino en estos días.¡ Cosa más linda que poder encontrarse con los amigos!, de esos que vemos una vez al año o los que vemos todos los días. Y que mejor que en la plaza del pueblo, con un buen tinto en la mano y ganas de conversar sin apuros, mientras de fondo se oían las vihuelas sonando más lindas que nunca. Gustos que parece que nosotros no más por acá en lo perdido de provincia, nos podemos dar.
Pero de lo bueno poco y que hacerle, el lunes otra vez a trabajar, con buena cara los que podían y los otros…como podían.
Pero como decimos por estos lares :lo que bien parte bien termina, fueron los pitufitos los que le pusieron el punto final al jolgorio, y lo hicieron a lo grande porque nos pasearon de Arica a Punta Arenas con sus bailes y cantos , dejándonos con ganas que el próximo 18… sea de dos semanas , para no dejar suela buena de tanto zapatear cueca en esta tierra villalegrina, pero mientras tanto, no nos queda de otra que decir ¡Aro, aro, aro, donde me canso me paro!…( ¡pero para el próximo , ya me preparo!).