Villa Alegre volvió a rendir homenaje a uno de sus más importantes hijos luego de cinco años, esto desde el terremoto, en que la comuna no recordaba la figura del Abate Molina con motivo de un nuevo aniversario de su fallecimiento.
El año pasado informábamos a través de las páginas de este periódico, de la polémica suscitada tras la advertencia entregada por el documentalista Patricio González, también villalegrino, del interés detectado en círculos intelectuales de Talca, tal y como él los definió, de solicitar el traslado de los restos del sabio naturalista para custodiar su descanso en la capital regional, al menos hasta que esta comuna recuperara su templo parroquial, el que ostenta el título de monumento histórico nacional por ser el lugar donde originalmente se guardaban tan preciadas reliquias .
La información hizo reaccionar a la comunidad en general y sus autoridades quienes indicaron que esto era algo que no se podía aceptar y que se harían todos los esfuerzos para evitar un traslado provisorio, que bien se sabe, sería la antesala de algo permanente.
Reconociendo en la oportunidad las autoridades comunales, que habían cometido un error al descuidar este patrimonio, se indicó que desde este año, retornarían los homenajes merecidamente ganados por el sacerdote jesuita, nacido en la Hacienda de Huaraculén.
Sin embargo, por lo que se entiende, solo fue un olvido involuntario, nuevamente la fecha de fallecimiento del sabio no fue incluida en el programa de conmemoraciones de la comuna para el mes de septiembre, así como tampoco ocurrió en el mes de junio el que corresponde a su natalicio.
Sin embargo hecha notar esta ausencia, el municipio optó por corregir el olvido, situación en la que el Concejal Rebolledo, primero reconoció el descuido, para luego asumir las coordinaciones que permitieran retomar el reconocimiento que merece la figura del investigador.