Una convulsionada semana se vivió al interior del Liceo FAE de esta comuna, luego que el lunes nuevamente el establecimiento amaneciera en toma, eso sí que en esta oportunidad el movimiento fue seguido apenas por unos quince estudiantes.
Las razones de esto, siguen siendo las mismas que se arrastran desde hace un año: El disgusto que les causa la presencia de Juan Manuel Miño, al frente del establecimiento.
Cabe recordar que Miño fue destituido del cargo por decreto alcaldicio de enero de este año y reafirmado hace unos quince días, nombrando en su reemplazo a Juan Carlos Jaime, como Profesor Encargado del Establecimiento.
Esta situación se prestó para que los alumnos, al menos un grupo de ellos comenzaran a exigir la salida de Miño del puesto, situación en la que tuvo que mediar en un par de oportunidades el Director Provincial de Educación, Jorge Tapia en busca de una salida al conflicto.
Luego de intensas reuniones con alumnos, apoderados, profesores y la Directora del Daem, finalmente confirman a Jaime, como la persona encargada del recinto, sin embargo, Miño permaneció en su puesto, señalando que la destitución era ilegal, toda vez que la situación aún se encuentra judicializada en la Corte Suprema.
Esto provocó que nuevamente un reducido grupo de alumnos insistiera en tomarse el liceo como vía de presión, pero con una salvedad: esta vez no hubo de por medio una votación, ni participó de ella el Centro de Alumnos, por lo que la movilización caía en la ilegalidad, situación que fue confirmada por la Directora Comunal de Educación.
Así las cosas el miércoles se produce un hecho bochornoso a las afueras del Liceo en donde el nuevo Encargado del Establecimiento y el Director, sostuvieron un altercado verbal el cual fue presenciado por alumnos y profesores, el que además fue grabado por celulares y subido a WEB.
De esta forma los escolares del Liceo acumulan alrededor de una semana de paralizaciones, mismas que deberán ser recuperadas en el mes de agosto, mientras que la solución al conflicto por la dirección del establecimiento, se convirtió en un dolor de cabeza no solo para el municipio local, sino que para las autoridades de educación de la provincia y también la región.