La idea es antigua, se debatiò hace unos quince años en el Concejo de Villa Alegre y se rechazó, pese a que los interesados, con lujo de detalles, explicaban que el lugar no tendría olores, moscas ni nada parecido. Era basura, pero limpia.
La localidad de Putagán (lugar de ciénagas o de pantanos, según la lengua mapuche) es un sector de historia e tradición. Historia, por cuanto por estas tierras pasaron las fuerzas chilenas al mando del Coronel Juan de Dios Puga, en abril de 1813, para enfrentarse con los realistas en la llamada Sorpresa de Yerbas Buenas, que dio el primer triunfo a las armas chilenas.
Pero además, remontándonos aún más en el pasado, estos terrenos, habitados por la tribus de los indios putaganes, fueron entregadas, el 1 de enero de 1549, por don Pedro de Valdivia, conquistador de Chile, a sus compañeros Bartolomé Blumenthal y Pedro Lisperguer, alemanes ambos, los que levantaron, a orillas del rio Putagán, el primer molino que tuvo esta zona, quien además, sembraron los primeros trigales, plantaron viñas y enseñaron a los indios a cosechar, vendimiar y el uso de vehículos tan necesarios y desconocidos como la carreta.
En una palabra, la cultura agrícola del Maule tiene su cuna en Putagan. Así de simple.
Aquí se estableció la primera parroquia de la zona, de Nuestra Señora del Rosario de Putagán, que se debe a la fe del encomendero Blumenthal, ya nombrado procedentemente. Por ello se estima que ésta se creó entre 1584 o 1585.
En ella se bautizó el abate Juan Ignacio Molina y González, más tarde el célebre sacerdote y sabio jesuita, nacido en Huaraculén, hoy Villa Alegre, el 24 de junio de 1740.
Ahora bien, esta parroquia, que conservó el nombre de la Isla del Maule, ejerció jurisdicción sobre un amplio territorio, que consideraba al que sería sede, años más tarde, el de la villa de Linares.
Es interesante destacar que, Bartolomé Blumenthal y Pedro Lisperguer, son los antepasados de doña Catalina de los Ríos Lisperguer, conocida en nuestra historia como La Quintrala, y quien fue a su vez dueña de estas tierras, razón por la cual las calles de Putagán llevan nombres referidos a su familia.
Así, este lugar de Putagán se fue poblando y, en un momento fue, durante el siglo XIX casi más importante que Villa Alegre y por esa razón, se conservó la antigua estación ferroviaria de esta localidad, que era más grande y más importante que la de Villa Alegre, cuando el ferrocarril llegó a esta zona en 1876. Poco después el 24 de septiembre de 1910, el Presidente Elías Fernández Albano dispuso la creación de la escuela de este sector, siendo su primera Directora doña Otilia Navarrete. En esta escuela, surgieron notables hombres, como el Almirante don Hipólito Marchant Morales y los profesores don Manuel Sepúlveda y Parra y César Navarrete.
Pero, en otros aspectos interesantes de esta zona, es importante destacar que a fines del siglo XIX, en 1908, se descubrieron aguas termales en el cerro del sector norte, cuyas vertientes aún manan, pero la falta de capitales de esos años impidió fundar las termas que, sin lugar a dudas, habrían dado otro auge a este sector. Algunos Presidentes de Chile, como don Carlos Ibáñez del Campo, fundador de Carabineros, vinieron en reiteradas ocasiones a este sector, donde tenía parientes. También don Arturo Alessandri y, en una oportunidad, el poeta Pablo Neruda pasó por la estación y departió brevemente con los niños en 1952.
Como proyecto ha quedado la construcción de un ferrocarril, que se ideó en 1930 y que pretendía unir a Yerbas Buenas, Villa Alegre, Nirivilo, Huerta de Maule y Constitución, para sacar productos agrícolas. Para construir la estación, los terrenos fueron donados por don Manuel Antonio Navarrete, la cual fue de gran solidez y superior en infraestructura a la de Villa Alegre. La obra es de 1931. Este inmueble reemplazó a la edificación de madera levantada en 1910. Pero el auge de los vehículos con motor a explosión hizo que se decidiera construir el camino que todos conocemos. La soberbia estación cayó en el 27/F.
El camino que une a Putagán con Yerbas Buenas, conocido como El Corte, viene de esa época y por ahí se proyectaba trazar la vía férrea.
¿En este lugar se quiere habilitar un depositario de basuras? Inaudito. Hacen bien habitantes y autoridades en oponerse.
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