ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHILE PONEN EN VALOR COLECCIÓN DE “OBJETOS  QUERIDOS” EN VILLA ALEGRE.

La intervención patrimonial se realizó en la colección de “Objetos queridos” que resguarda la Casona Solariega.

Esteban Bravo González
8 min de lectura

La Casona Solariega ha sido el escenario de un meticuloso trabajo de puesta en valor donde estudiantes de tercer año de la carrera de Lic. en Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Chile, tuvieron la oportunidad de investigar, registrar y realizar documentación visual, poniendo en práctica sus capacidades y lo aprendido durante cuatro sesiones de la asignatura” Patrimonio y bienes Culturales” (UA). La intervención patrimonial se realizó en la colección de “Objetos queridos” que resguarda la casona. Esta iniciativa no solo destaca el talento joven, sino también la importancia de fomentar la riqueza intangible de los tesoros familiares del patrimonio local y la necesaria vinculación de la academia con el territorio.

La Casona Solariega.

La Casona Solariega en sus inicios perteneció a la familia de Manuel Gregorio Rodríguez del Campo, en 1940, fue adquirida por Julio Tapia Tapia. Julio, nació en 1890 en Villa Alegre, fue  un querido profesor y director de escuela primaria que trabajó en Teno y Putagán. Casado con Berta Villar Castillo, también se desempeñó como corresponsal del diario La Prensa de Curicó, oficial civil, regidor y alcalde subrogante en Villa Alegre. Falleció en 1986, pero su legado perdura a través de la población y la biblioteca popular que lleva su nombre, además del trabajo comunitario de su hija, Iris Alicia Tapia Villar. Alicia, ex profesora normalista, es actualmente una ferviente defensora del patrimonio comunal, fundadora de la biblioteca   y gestora cultural en la agrupación «Curatoria Forense», liderada por su hijo Jorge Sepúlveda Tapia. Esta agrupación se dedica a actividades culturales en toda América Latina, con sede en Sao Paulo. En Chile, la Casona Solariega ha sido la sede central desde 2010, acogiendo a artistas visuales de diversas partes del mundo para realizar residencias de arte y trabajos comunitarios. (Ortiz, F; 2020).

¿Qué son los tesoros familiares y objetos queridos?

Los tesoros familiares tienen el poder de conectarnos con el pasado de una manera única y poderosa, porque además de su valor sentimental, estos objetos poseen una profunda dimensión simbólica que aluden a  los valores, tradiciones y pertenencias que han sido importantes para nosotros a lo largo de los años. Son mucho más que objetos; son la materialización de nuestros lazos emocionales, un recordatorio constante de quienes somos y de dónde venimos. Al valorarlos y preservarlos, mantenemos viva nuestra historia y transmitimos a las futuras generaciones un legado de amor y pertenencia.

 Metodología de trabajo.

El proyecto comenzó a gestarse en el marco de la metodología Aprendizaje + Servicio (UA), tipo de aprendizaje que conjuga la aplicación de conocimientos y habilidades e implementación de soluciones a problemáticas sociales reales. Los alumnos se prepararon durante tres meses para diseñar e implementar estrategias de rescate patrimonial y aplicar a su entorno. Cada sesión incluyó tanto teoría como estudio de casos y desarrollo de talleres prácticos.

En la primera visita a terreno a La Casona Solariega, se dio inicio al diagnóstico, en donde se recopiló la información y los contextos necesarios para tomar decisiones y dirigir los esfuerzos de manera efectiva. Luego se decidió abordar la colección de objetos queridos recopilados por la Señora Alicia Tapia durante toda su vida, los objetos expuestos en la sala “Bodega” de La Casona Solariega, no estaban inventariados y carecían de rotulación, documentación visual (fotografías) y se desconocía su estado de conservación. A partir de lo anterior, se planificaron una serie de acciones prácticas y reflexivas que dieron como resultado el diseño de una ficha de inventario acorde a la colección y se elaboró un protocolo de rotulación que permitiera identificar y asociar el objeto con la ficha de inventario. La ficha de inventario involucró identificar el nombre común, realizar documentación visual (sesiones fotográficas) con distintas vistas, considerando detalles y características particulares del objeto. También precisó: autor, periodo, procedencia, dimensiones, materialidad y descripción física. El estado de conservación se abordó bajo el estándar que entrega el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) y, finalmente se agregó un campo de contexto histórico de propiedad y uso, con el fin que su gestora, pudiese completar, punto de suma importancia ya que este campo aborda la dimensión simbólica del patrimonio. Por otro lado, se realizó documentación visual, a través de registro fotográfico y limpieza superficial a cada objeto.

Resultado final del proyecto.

Fue así, como finalmente se inventariaron 99 objetos con sus respectivas fichas. El inventario no solo permite contabilizar la colección, es esencial para su preservación y conservación, ya que facilita la planificación y gestión, tanto como el acceso, difusión, evaluación y valoración. Además, mitiga riesgos, fomenta la investigación y preserva el legado para futuras generaciones.

Leonor Yáñez, una de las estudiantes participantes, comentó: “Ha sido una experiencia increíble. No solo aprendí mucho sobre registro y documentación, sino también sobre la importancia del trabajo en equipo y el valor intangible que puede tener un objeto que no solo cuenta una historia, sino que también posee un valor cultural y emocional que va más allá de su apariencia física”.

“La intervención realizada en La Casona Solariega, fue una experiencia conmovedora, ya que estoy familiarizada con sectores similares, desde el acogedor recibimiento de la Sra. Alicia Tapia, hasta la investigación y actividades ligados a los objetos inventariados que en su mayoría son típicos de la ruralidad. Cada objeto observado cuenta una historia de personas comunes que revelan la dimensión simbólica del patrimonio cultural, hay objetos que no necesitan ser costosos materialmente para ser valiosos”, comentó emotivamente la alumna Paulina Guajardo.

El trabajo realizado por los estudiantes es un testimonio del poder transformador de la educación patrimonial. Proyectos como este desarrollan habilidades de investigación   y ponen en valor el patrimonio local, además fortalecen el pensamiento crítico y reflexivo tan necesario en un mundo cada vez más alienado. «Es fundamental que los jóvenes   comprendan y aprecien el valor de nuestro patrimonio local, se ama y cuida lo que se conoce, sin educación es imposible avanzar en este ámbito. Este proyecto ha sido una manera efectiva de conectar a los estudiantes con su territorio y fomentar un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia su entorno cultural«, añadió la profesora Andrea Loyola R.

Invitamos a todos a visitar la colección de “Objetos queridos’” y a apoyar las iniciativas de La Casona Solariega que continúa fomentando y apoyando la cultura en la comuna de Villa Alegre y en la región.

Para más información, visite el sitio web https://lacasonasolariega.net/niued/  

 

 

Por Andrea Loyola Rodríguez.
Magíster en Conservación y Restauración de Objetos y entorno Patrimonial (UFT)
Profesora de Patrimonio y Bienes Culturales, Carrera de Lic. en Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Chile, Talca.
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Don Theo - Esteban Bravo, Comunicador del alma y corazón, fundador de #Villalegregrafico, en abril de 2007. Desde 2007 la primera multiplataforma de informaciones de la Comuna de Villa Alegre. #DONTHEO: Director, editor de contenidos y representante legal de vgrafico.cl.
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