Este fin de semana debiera estar reparada la obra Bicentenario de Villa Alegre, la que apenas luego de dos semanas de haber sido inaugurada , sufrió fuertes daños productos de las lluvias , las cuales comenzaron a derruir la estructura, situación que causo polémica en la comuna tras haber sido denunciada a distintos medios de comunicación por el Concejal Justo Rebolledo.
La publicación de la información, causo el malestar de los villalegrinos, los que desde que comenzó el proyecto fueron manifestando a través de diferentes canales, su disconformidad con el proyecto, pero lo que finalmente detono la molestia generalizada, fue el irrefutable hecho que la obra comenzó a ceder ante las últimas lluvias.
La situación fue tema de análisis en último Concejo Municipal, donde se debatió el tema.
Es así que el Alcalde de la comuna, Arturo Palma, manifestó reconociendo que el monumento presentaba fallas, las que calificó de menores, ya que según los informes que recibió, la estructura central no presentaba daños y que esto solo fue pintura que se disolvió por falta de un efectivo tratamiento impermeabilizante de la obra, pero que dicho traspié seria solucionado antes del fin de semana, ya que la ejecutora de la obra se encontraba realizando las reparaciones necesarias.
Y efectivamente desde comienzos de semana, la artista encargada de la realización del monumento bicentenario de Villa Alegre, ha sido vista trabajando en la obra , la que hasta el viernes al menos permaneció cubierta de una maya raschel negra, mientras era sometida a los trabajos de reparación.
Pero lo que llama la atención es como una obra con solo dos semanas tras haber sido inaugurada , ya debe ser reparada y la explicación podría estar en que fue recepcionada de manera provisoria , con el voto en contra de la Directora de obras , la Ingeniero, Claudia Berrios , quien formó parte de la comisión encargada de supervigilar esta obra, y cuya decisión se basó en que la empresa contratista no subsanó varias de las observaciones realizadas en la primera inspección, sin embargo su voto, fue minoritario.
Finalmente quien encendió esta situación al realizar la denuncia pública del deterioro que presentaba el trabajo cuyo costo incluyendo el traslado del busto del Abate Molina, llegó casi a los cincuenta millones de pesos, el Concejal justo Rebolledo, indicó que él solamente cumplió con su rol fiscalizador, puntualizando :” No voy a quedar tranquilo hasta que esta obra esté terminada y cumpla con todos los parámetros que se tenían que realizar al construirla” indicó.