¡Ju ju jú… Le le lé… Juventud Villa Alegre! fue el grito que masivamente se apoderó del Estadio Municipal Sur de Talca, escenario en la calurosa tarde del sábado 11 de enero de la revancha por la gran final regional en Copa de Clubes Campeones categoría Años Dorados, donde en definitiva el conjunto de la Asociación Abate Molina se transformó por lejos en el mejor de todos.
En la ida jugada en Villa Alegre Juventud había ganado por 2 a 1 al Deportivo Oriente y, ahora, sólo bastaba un empate para levantar tan preciado y bello trofeo. Y no exenta de muchas complicaciones, la tarea se sacó adelante a como dé lugar ya que si en algunos pasajes hubo que reventarla o aguantarla, la paridad se defendió con los dientes más apretados que nunca hasta el pitazo final.
Abrió la cuenta para el local sobre los 4’ del segundo lapso el volante talquino, Luis Seguel, quien desde los doce pasos no dudó y cambió por gol un penal inexistente cuyo protagonista fue Juan Carlos Morales y que sancionó de inmediato el juez linarense, Luis Garrido. Aquello quizás dándole vuelta otra anomalía que sí valió el cobro de la pena máxima en las postrimerías del primer tiempo, tras clara mano en plena área por parte del mismo defensor central villalegrino y que la barra local cuestionó a más no poder durante largos pasajes.
La ventaja, no obstante, era más que merecida ya que todo el gasto corrió por cuenta de Oriente, creándose innumerables ocasiones en el primer y en lo que ya corría de segundo período. Juventud de inmediato asestó un par de modificaciones en su once para irse en ataque y al ingreso de Guillermo “Yoyo” Tejos en reemplazo de Guillermo “Meme” Garrido -para recuperarla en mediocampo- sumó el cambio posicional de Juan Carlos Morales que pasó desde la zaga a la delantera para potenciar las hasta ese entonces estériles y escasas arremetidas de Héctor “Ñoco” Sáez, ya que el equipo estaba replegado y su circuito encargado de crear daño seguía totalmente desconectado.
Oriente en cambio no bajó el pie del acelerador y en los 18’ perdió increíblemente el segundo su puntero, Sergio Albornoz, lo cual en los 21’ iba a repetirse en la figura del ariete, Bernardo Navia. Para colmo de los dueños de casa, en los 26’ desperdició ahora Gilberto Ayala, lo que sin duda significaría forzar a un alargue e infartante definición.
Afortunadamente y en base a su experiencia, Juventud buscó el empate como pudo hasta que el “Yoyo” Tejos lanzó un zapatazo a las espaldas de los centrales rivales, zona en que Juan Carlos Morales ganó por alto para pivotear y alimentar a Héctor Sáez. Corrían los 29’ y a uno del final, el “Ñoco” ganó el balón, entró al área y gatilló rasante hasta anidarla en el fondo de las redes, desatando la alegría en los casi 200 hinchas que, desde Villa Alegre, llegaron masivamente en buses dispuestos por el municipio y en vehículos particulares a la capital del Maule para apoyar a su representante.
En medio de las celebraciones se formó una trifulca que terminó con un expulsado en cada equipo: Ramón Rojas en Juventud y Miguel Ángel González en Oriente. Ahí en más vino otro aspecto tan increíble como interminable ya que el juez estableció jugar seis minutos de descuento, decreto a todas luces desmedido ya que nunca hubo tanto tiempo perdido como para alargar esta historia a extremo.
Ahí Juan Carlos Morales volvió a engrosar la zaga verde y en punta quedó un solitario y lesionado “Ñoco” Sáez, transformado en goleador, baluarte y figura de su equipo en esta Copa y que veía cómo sus compañeros luchaban y defendían a muerte la igualdad. Ahí todo medio valió y si hubo que reventarla, ocurrió, mientras Oriente atacaba y atacaba pero ya con menos fuerzas, decisión y puntería que hasta antes de la paridad.
Así terminó esta brega que le permitió a Juventud levantar su segunda Copa Regional luego que en 2007 gran parte de este mismo equipo se coronara monarca del Maule en senior 45, también en Talca bajo un caluroso pero bello verano.
Para llegar a esta instancia, el cuadro villalegrino debió afrontar 12 complejos partidos de ida y vuelta. Primero eliminó al Deportivo Chanco, luego fue el turno de Independiente de Cauquenes, Estrella del Sur y Unión Colo Colo de la Asociación Villa Alegre, para enseguida dejar fuera a Unión San Luis de Linares en la final zonal sur.
En total, ganó cuatro encuentros –todos como local- empató siete y perdió tan solo uno a manos de San Luis, coronando un campañón que viene a reforzar la historia de esta centenaria institución, de la Asociación Abate Molina y de nuestra querida Villa Alegre en general.