No más de 25 minutos duró la audiencia de formalización de cargos en contra del médico legista Mario Peña y Lillo luego de que se lograra establecer, por peritos del Servicio Médico Legal de Santiago, que éste faltó a la verdad en la autopsia que realizó el 18 de septiembre pasado al cuerpo de Mario Canales Canales quien perdió la vida tras ser atropellado en el sector de Curanipe por Martín Larraín Hurtado.Fue una segunda autopsia que se le efectuó al cuerpo, luego de que la fiscalía acogiera el requerimiento de los familiares de la víctima, la que dejó al descubierto dicha situación y por lo cual Peña y Lillo hoy debió enfrentar a la justicia.“Los hechos que se han comunicado hoy dicen relación con una serie de incongruencias y afirmaciones contendidas en un protocolo de autopsia que se ha podido determinar hasta este momento de las investigación, que era imposible hacer esas observaciones porque, como se pudo constatar en una segunda autopsia, muchos de los órganos que se describen en esta primera autopsia no fueron removidos, no fueron examinados, no fueron disecados y por lo tanto era muy difícil e imposible prácticamente ver más allá de estos órganos y su interior si no fueron removidos seccionados y examinados”, afirmó el fiscal jefe de Parral Nelson Riquelme quien tiene a su cargo la investigación.La fiscalía pidió el arraigo nacional en contra del profesional y su defensa no solicitó plazo de la investigación razón por la cual quedó por establecido el plazo que señala la ley que es de dos años.En todo caso el fiscal Riquelme sostuvo que la investigación se encuentra bien adelantada y que podría cerrarse presentando acusación, dentro de los próximos meses.
Fuente Ministerio Público Region del Maule.