Simplemente vandalismo, esa es la única manera de definir lo que ha estado sucediendo en Villa Alegre en las últimas semanas y que coincide nuevamente en lo que se ha convertido en un problema : La llegada a la comuna de gente que viene hasta aquí a veranear , trayendo consigo hábitos destructivos a los que estamos acostumbrados a ver en Santiago y urbes similares.
Y es que no se puede explicar de otra manera que en menos de un mes , en tres oportunidades consecutivas, la propiedad de la familia Del Pedregal, haya sido afectada por el fuego.
Dicha propiedad, hasta hace pocos días en el deslinde correspondiente a Francisco Antonio Encina, estaba cerrada por una cerca de bambú, la cual le daba un agradable aspecto a esta avenida que lleva además hasta el Cesfam de la comuna, pero gracias a la intervención de pirómanos , esta fue destruida, siendo el último ataque el ocurrido la noche del viernes pasadas las cero horas lo que obligó nuevamente a Bomberos a acudir hasta el lugar para controlar las llamas.
La condenable acción de estos delincuentes, obligó a la familia del empresario, a reemplazar lo que era una agradable muralla verde por panderetas de cemento, privando no solo a los propietarios de un entorno agradable, sino a todos quienes circulan por el lugar.
Lamentable situación que afortunadamente ha logrado ser controlada a tiempo por los voluntarios de Bomberos, pero que habla a las claras de una formación carente de valores de quienes llegan hasta nuestra ciudad o de quienes , siendo también villalegrinos, deshonran a nuestra comunidad.