Llegó del sur, puntualmente de Frutillar y aunque estableció su hogar en San Javier, quiéralo o no, terminó siendo un villalegrino más, como le sucede a muchos.
Es que en este pueblo chico, por unos trece años se desempeño como funcionario policial y todos nos acostumbramos verlo a diario, recorriendo las calles o de punto fijo últimamente en la plaza. Es Héctor Villegas o el Sargento 2º Villegas, el mismo que siempre ha estado atento a protegernos y también cuando corresponde a pasarnos la boleta, pero hace unos días cumplió el último turno en la comuna y ahora se apronta a nuevos desafíos.
“Para mi estos trece años en Villa Alegre, fueron buenos años. Conocí a mucha gente hice muchas amistades, pero el haber quedado seleccionado para la Escuela de Suboficiales, es también algo que me alegra mucho” indica el policía.
Y es que todos los ciclos tarde o tempano terminan y para Héctor llegó el momento de dar el gran salto e ir por el último peldaño de su carrera funcionaria , mismo que le permite soñar con alcanzar el grado máximo de su escalafón que es el de Suboficial Mayor .
“El haber quedado en la Escuela de Suboficiales es algo bueno para mí, es perfeccionamiento y la posibilidad de optar al grado máximo que para nosotros es el de Suboficial Mayor “indica Villegas con un dejo de nostalgia por lo que está dejando atrás.
Y esto no es difícil de entender porque en trece años este pueblito chico, se termina metiendo bajo la piel amarrando con lazos de cariño, los más difíciles de deshacer.
“Lo que más valoro es el cariño y el respeto que la gente de Villa Alegre nos entrega a nosotros los que somos policías y el lazo de amistad que hay también “explica.
Pero ahora los planes son permanecer al menos un año en Santiago perfeccionándose y quien sabe a lo mejor en futuro cercano volver por estas tierras.
¿Te vas con un poco de pena?
– Si me voy con un poco de pena, porque como te dije, aquí quedan buenas amistades y buena gente que uno aprecia y también saber que hay gente que también me tiene cariño.