En el corazón rural de San Javier de Loncomilla, el Puente Donque se ha convertido en símbolo de la persistente lucha de una comunidad por una conectividad segura y digna. Ubicado en la ruta L-131, este viaducto une sectores como Santa Cecilia y El Durazno, siendo esencial para la vida diaria de agricultores, estudiantes y trabajadores.
Durante años, los habitantes han enfrentado una serie de reparaciones temporales que no han resuelto los problemas estructurales del puente. En febrero de 2025, Vialidad cerró el puente debido a su mal estado, iniciando trabajos de reparación con un plazo estimado de dos semanas. Sin embargo, estas medidas han sido percibidas por la comunidad como soluciones de parche que no abordan la raíz del problema.
La Municipalidad de San Javier ha expresado su preocupación, señalando que el puente es responsabilidad de la Dirección de Vialidad. A pesar de las gestiones realizadas, incluyendo la entrega de un set fotográfico con los daños estructurales, las soluciones definitivas aún no se concretan.
En enero de 2025, el Seremi del Ministerio de Obras Públicas, Jorge Abarza, se reunió con el alcalde Jorge Silva para discutir la conservación de puentes y caminos en la comuna. Se propuso comenzar con la reparación del Puente Donque, reconociendo su importancia para la conectividad de la zona.
Actualización de esta semana:
El miércoles 4 de junio de 2025, la Dirección de Vialidad ejecutó un cierre temporal del tránsito en el Puente Donque, tras daños provocados por un camión de alto tonelaje que afectaron los tablones del paso peatonal. Las cuadrillas de Vialidad trabajaron en la reposición de la estructura afectada, con el objetivo de restablecer condiciones seguras para conductores y peatones, especialmente en beneficio de los vecinos del sector oriente de San Javier. 
La comunidad rural de San Javier continúa clamando por una solución definitiva que garantice su seguridad y calidad de vida. El Puente Donque no solo representa una infraestructura vial, sino también el compromiso del Estado con las necesidades de sus ciudadanos.
Es imperativo que las autoridades prioricen una intervención estructural integral que ponga fin a las soluciones temporales y brinde a la comunidad la seguridad y confianza que merece.
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