Es un gran desafío mantenernos vinculados con nuestro público en este contexto de pandemia, donde la invitación es a quedarse en casa. Surge casi como única opción el vínculo virtual a través de las plataformas digitales, donde podemos generar material escrito, selección de algunas fotografías o poner a disposición los recursos digitales que ya están en nuestras plataformas.
Pero el desafío es transformar ese contenido en una estrategia de enseñanza-aprendizaje que le permita a nuestro público, principalmente miembros de nuestra comunidad, acercarse al contenido del Museo de una manera lúdica y entretenida, que despierte la construcción de conocimientos relevantes vinculados al reconocimiento, valoración, conservación y gestión del patrimonio local.
Así nace la idea de construir un material audiovisual que busque llegar a nuestro público virtual, utilizando recursos didácticos atractivos. Uno de ellos son los Títeres, recurso pedagógico que resulta sumamente significativo a la hora de socializar algún conocimiento que aparenta ser muy lejano para las nuevas generaciones como lo es la historia. Pero que con un proceso de mediación interesante se puede transformar en una propuesta educativa patrimonial, entendida en su forma más integradora, para acercar el patrimonio histórico que resguarda el Museo Histórico de Yerbas Buenas a su público y comunidad en general.
“Viviendo en el Museo” es una miniserie que busca acercar los contenidos patrimoniales de la ciudad histórica de Yerbas Buenas y socializarlos con la comunidad, para ser valorados, resignificados e reinterpretados, fortaleciendo el sentido de pertenencia e identidad de los habitantes de la comuna y visualicen al Museo como un centro promotor de cultura.
Jorge Silva, actor y titiritero de la comuna y permanente colaborador del Museo, da vida a su personaje de la Rana Lechuga, títere de cuerpo prestado, que pasará la cuarentena en la casa del Museo e irá descubriendo algunos elementos patrimoniales que despertarán su curiosidad. Lo acompañará el encargado de educación del Museo, el profesor Luis González, quién irá resolviendo las dudas en permanente interacción con Lechuga, quién además ira demostrando el desarrollo de su talento artístico vinculado con los objetos y obras de la colección.
El primer capítulo está enfocado en contextualizar el lugar donde se encuentra la Rana Lechuga y las funciones que cumple. Se presentará la casa Museo, Monumento Histórico Nacional, con sus características principales, que la hacen un edificio de interés histórico, por su antigüedad y al ser representativa de la época colonial.
El Segundo capítulo versa sobre la obra de Violeta Parra: “El árbol de la vida”, obra que fue un regalo de la artista a Margot Loyola, quien la donó en calidad préstamo al Museo Histórico. Este elemento invitará a nuestro amigo Lechuga a mostrar todos sus conocimientos acerca de la vida y obra de Violeta Parra, nos mostrará todo su talento artístico musical con una sorpresa que cuenta la presencia de Violeta en el pueblo histórico de Yerbas Buenas.
El tercer capítulo sigue la línea musical del anterior, ya que pone en valor un objeto de la colección del Museo que se torna significativo y lleno de sentido para la comunidad yerbabuenina, es una radio-tocadiscos, que llamará mucho la atención de nuestro amigo Lechuga quién investigará y recatará algunos relatos que cuentan de la presencia de la primera radio llegada a la comuna.
El último capítulo muestra que a medida que pasan los días en cuarentena, la curiosidad del Lechuga lo llevará a investigar en la biblioteca del Museo, descubriendo que el pueblo y la ciudad habían sido testigo de una batalla de la Guerra de la Independencia de Chile, la Sorpresa de Yerbas Buenas. A través de las acuarelas pintadas por José Aldunate, se irá contando los acontecimientos, entre ellos el que más llama la atención de Lechuga, relacionado a la puerta secreta.
Esta iniciativa espera despertar la curiosidad y el interés por el patrimonio histórico que resguarda el Museo, y fortalecer los lazos comunitarios que con tanto amor se habían generado antes de la pandemia, que sin duda son el motor y el sentido de la supervivencia del Museo como un espacio educativo en tiempo de crisis.
Como una mención especial, el Museo agradece a Alexis Silva, quien puso a disposición de este proyecto en marcha, todo su profesionalismo y formación en cinematografía y audiovisual.
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FUENTE : MUSEO HISTÓRICO DE YERBAS BUENAS